Bendita piedra lunar, a tu sombra he nacido y a tu sombra quiero estar...
Así empieza el himno de Gran Canaria, de donde el Roque Nublo es el símbolo por antonomasia. Su silueta está presente en numerosos escudos y anagramas de entidades deportivas, culturales, etc. Se trata de la cumbre a la que todos los grancanarios queremos llegar y, cuando la alcanzamos, sentimos una satisfacción con uno mismo muy especial.
El símbolo natural más emblemático de Gran Canaria se encuentra
en su centro geográfico, a 1.813 metros sobre el nivel del mar. Así se describe
el ‘Roque Nublo‘, un
gigantesco monolito que se eleva 80 metros verticalmente para ofrecer una de
las mejores vistas de la isla, con el
Teide al fondo.
Se ubica en el Parque Rural del Nublo, municipio de Tejeda, donde domina el terreno abrupto y accidentado. El Roque Nublo, de origen volcánico y formado por piedra basáltica está considerado como uno de los roques más grandes del mundo. Además, en 1987 y 1994 fue declarado Espacio Natural y Parque Rural, respectivamente.
Hay que retroceder en el tiempo para conocer su gran
dimensión en la historia de Gran Canaria. Concretamente al periodo de formación
de la isla para comprender la magnitud de este ciclópeo monolito rocoso. El
edificio volcánico que originó este roque era un estratovolcán, denominado
Roque Nublo, el cual estuvo activo entre 5 y 2,8 millones de años antes del
presente (Plioceno). La roca tiene unos 65 metros de alto, y es un resto de una
colada piroclástica de bloques y cenizas soldadas originada por la erupción
explosiva del estratovolcán, cuya altura pudo alcanzar los 3.000 metros. Hoy en
día está muy desmantelado, y la erosión galopante e inexorable que ha provocado
el paso de millones de años nos ha dejado una caldera de 200 kilómetros
cuadrados de superficie.
Es uno de los monumentos naturales más
representativos del Archipiélago y el símbolo indiscutible de la isla de Gran
Canaria y de sus habitantes. Los excepcionales valores naturales de esta roca de
origen erosivo y del espacio natural que le rodea hacen de este lugar centro de
visita obligada para caminantes y amantes de la naturaleza que en la
pequeña red de senderos que recorre este paraje singular encuentran otro
motivo de inmenso disfrute.
Senderos del
Roque Nublo
Son varios y muy
atractivos los senderos que recorren este espacio natural. El Circuito Roque Nublo transcurre por una zona que forma parte
de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Desde esta ruta se pueden divisar
los espectaculares barrancos y valles que se encuentran en la zona oeste de la
Isla. Conjunto montañoso que Miguel de Unamuno denominó “Tempestad Petrificada”
en alusión a sus violentas y espectaculares formas geológicas: “Es una tremenda
conmoción de las entrañas de la tierra, parece todo ello una tempestad
petrificada, pero una tempestad de fuego, de lava, más que de agua”.
El punto de partida de la ruta es la Cruz de Tejeda. Durante la
ruta se bordea una parte de la caldera de Tejeda, resultado de numerosas
erupciones volcánicas a lo largo de la historia. Posteriormente se bajará hasta
La Culata, un tranquilo y bonito caserío que se encuentra entre las montañas.
Una buena parte del trayecto transcurre entre pinos canarios y
otras plantas endémicas, con lo que la ruta tiene gran interés desde el punto
de vista de la vegetación.
Desde el mirador de la Fogalera, las vistas son impresionantes,
allí podemos contemplar una visión imponente del Roque Nublo, que seguiremos
bordeando hasta subir a su base, una gran planicie en la que resalta con fuerza
esta roca basáltica de 67 metros de altura desde su base y a 1813 metros sobre
el nivel del mar.
El mirador natural del
Roque Nublo es superado en altitud por el Pico de las Nieves, el punto más
alto de Gran Canaria con 1.949 metros. Sin embargo, es el atractivo turístico más solicitado
para obtener las panorámicas más impresionantes de la isla, ya sea por su
paisaje lleno de caídas y acantilados, por sus atardeceres o por la vista del
Teide al fondo.
Para culminar el monumento natural más importante de Gran
Canaria no hay que ser un senderista profesional, pero la ruta tampoco es de
extrema facilidad. No es nada recomendada para los que sufren de vértigo, ya
que supone una ascensión de media hora aproximada por el accidentado terreno
del Parque.
Nuestro cuerpo disfruta al máximo al
contemplar las enormes panorámicas que desde lo alto se aprecian: una visión de 360º, tan amplia que pocas montañas en Gran Canaria pueden llegar a ofrecerte lo mismo.
Gran
Canaria atrae a miles de turistas cada año que
acuden a la llamada de unas playas de auténtico lujo. Pero no sólo de arena y
sol vive el canario, y la
isla ofrece además unos parajes naturales de gran belleza. Además de las archiconocidas, pero siempre
espectaculares, Dunas de Maspalomas, el interior tiene varias opciones de gran
valor paisajístico. La más formidable de todas ellas es la subida a uno de los
lugares más representativos de la isla, el Roque Nublo.
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