domingo, 10 de mayo de 2015

El Roque Nublo: símbolo de Gran Canaria

Bendita piedra lunar, a tu sombra he nacido y a tu sombra quiero estar...

Así empieza el himno de Gran Canaria, de donde el Roque Nublo es el símbolo por antonomasia. Su silueta está presente en numerosos escudos y anagramas de entidades deportivas, culturales, etc. Se trata de la cumbre a la que todos los grancanarios queremos llegar y, cuando la alcanzamos, sentimos una satisfacción con uno mismo muy especial.




El símbolo natural más emblemático de Gran Canaria se encuentra en su centro geográfico, a 1.813 metros sobre el nivel del mar. Así se describe el ‘Roque Nublo‘, un gigantesco monolito que se eleva 80 metros verticalmente para ofrecer una de las mejores vistas de la isla, con el Teide al fondo.


Se ubica en el Parque Rural del Nublo, municipio de Tejeda, donde domina el terreno abrupto y accidentado. El Roque Nublo, de origen volcánico y formado por piedra basáltica está considerado como uno de los roques más grandes del mundo. Además, en 1987 y 1994 fue declarado Espacio Natural y Parque Rural, respectivamente.
Hay que retroceder en el tiempo para conocer su gran dimensión en la historia de Gran Canaria. Concretamente al periodo de formación de la isla para comprender la magnitud de este ciclópeo monolito rocoso. El edificio volcánico que originó este roque era un estratovolcán, denominado Roque Nublo, el cual estuvo activo entre 5 y 2,8 millones de años antes del presente (Plioceno). La roca tiene unos 65 metros de alto, y es un resto de una colada piroclástica de bloques y cenizas soldadas originada por la erupción explosiva del estratovolcán, cuya altura pudo alcanzar los 3.000 metros. Hoy en día está muy desmantelado, y la erosión galopante e inexorable que ha provocado el paso de millones de años nos ha dejado una caldera de 200 kilómetros cuadrados de superficie. 





Es uno de los monumentos naturales más representativos del Archipiélago y el símbolo indiscutible de la isla de Gran Canaria y de sus habitantes. Los excepcionales valores naturales de esta roca de origen erosivo y del espacio natural que le rodea hacen de este lugar centro de visita obligada para caminantes  y amantes de la naturaleza que en la pequeña red de  senderos que recorre este paraje singular encuentran otro motivo de inmenso disfrute. 
Senderos del Roque Nublo
Son varios y muy atractivos los senderos que recorren este espacio natural. El Circuito Roque Nublo transcurre por una zona que forma parte de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Desde esta ruta se pueden divisar los espectaculares barrancos y valles que se encuentran en la zona oeste de la Isla. Conjunto montañoso que Miguel de Unamuno denominó “Tempestad Petrificada” en alusión a sus violentas y espectaculares formas geológicas: “Es una tremenda conmoción de las entrañas de la tierra, parece todo ello una tempestad petrificada, pero una tempestad de fuego, de lava, más que de agua”.



El punto de partida de la ruta es la Cruz de Tejeda. Durante la ruta se bordea una parte de la caldera de Tejeda, resultado de numerosas erupciones volcánicas a lo largo de la historia. Posteriormente se bajará hasta La Culata, un tranquilo y bonito caserío que se encuentra entre las montañas.
Una buena parte del trayecto transcurre entre pinos canarios y otras plantas endémicas, con lo que la ruta tiene gran interés desde el punto de vista de la vegetación.
Desde el mirador de la Fogalera, las vistas son impresionantes, allí podemos contemplar una visión imponente del Roque Nublo, que seguiremos bordeando hasta subir a su base, una gran planicie en la que resalta con fuerza esta roca basáltica de 67 metros de altura desde su base y a 1813 metros sobre el nivel del mar. 
El mirador natural del Roque Nublo es superado en altitud por el Pico de las Nieves, el punto más alto de Gran Canaria con 1.949 metros. Sin embargo, es el atractivo turístico más solicitado para obtener las panorámicas más impresionantes de la isla, ya sea por su paisaje lleno de caídas y acantilados, por sus atardeceres o por la vista del Teide al fondo.




Para culminar el monumento natural más importante de Gran Canaria no hay que ser un senderista profesional, pero la ruta tampoco es de extrema facilidad. No es nada recomendada para los que sufren de vértigo, ya que supone una ascensión de media hora aproximada por el accidentado terreno del Parque.
Nuestro cuerpo disfruta al máximo al contemplar las enormes panorámicas que desde lo alto se aprecian: una visión de 360º, tan amplia que pocas montañas en Gran Canaria pueden llegar a ofrecerte lo mismo.


Gran Canaria atrae a miles de turistas cada año que acuden a la llamada de unas playas de auténtico lujo. Pero no sólo de arena y sol vive el canario, y la isla ofrece además unos parajes naturales de gran belleza. Además de las archiconocidas, pero siempre espectaculares, Dunas de Maspalomas, el interior tiene varias opciones de gran valor paisajístico. La más formidable de todas ellas es la subida a uno de los lugares más representativos de la isla, el Roque Nublo.

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